miércoles, 25 de febrero de 2009

Una infancia sin Internet

Por si no lo sabíais, ¡Intenret se escribe siempre con mayúscula chavales!
Saliéndonos un poco de la temática habitual del blog, hablemos hoy de la Red. ¿Cómo pudimos pasar nuestros años más ingenuos* sin esa herramienta social ahora indispensable?
Los niños de ahora no conocen una realidad sin pasar horas pegados al ordenador, nosotros pudimos disfrutar del aire libre, de la sabiduría queno ofrecía la tele de la época y, sobre todo, de horas y horas desarrollando nuestra imaginación con el único objetivo de pasar el mejor rato posible con los medios de los que disponíamos (por lo general, no demasiados)
Os invito a exponer todo aquello que nos inventamos de pequeños para pasarlo bien y que hoy en día se ha perdido, en parte por culpa de la revolución tecnológica. Yo hice casetas, jugué al escondite, imitaba a los grupos musicales de la época, llegué a casa hasta arriba de barro... ¿vosotros qué?
Ahora los niños se pasan el día pegados a las pantallas como hipnotizados. Si por lo menos aprovecharan ese tiempo para investigar y aprender, lo aprobaría, pero lo único que hacen es ver normal que la gente escriba "echo" (del verbo hacer) sin hache y "haber" en lugar de "a ver". El perro que hacía la maleta y se iba de casa porque su dueño veía mucho la tele tiene que volver, pero en forma de mula, de pingüino de linux o de perro buscador de windows... si no, que le pregunten a Enjuto Mojamuto ¿Cómo pudimos vivir sin Last.fm?
*Los hay que aún conservamos esa ingenuidad. Todavía no hemos madurado, ¡¿y qué?!

2 comentarios:

  1. La verdad es que sí que se ha perdido mucho la espontaneidad a la hora de jugar. Con juguetes tan perfectos y desarrollados se consigue algo muy efectivo y es que de ese modo, los peques no tienen que aprender a pensar. Eso supone que el día de mañana darán menos problemas. Si no analizas lo que pasa a tu alrededor, das por bueno todo lo que te pongan delante, y eso permite que muchos vivan muy bien a costa de los encefalogramas planos que estamos creando.
    Dejando a un lado filosofadas varias, yo recuerdo con especial cariño, la agencia de detectives que monté con una compi de clase. Se llamaba CrisKe (por Cristal y Kelly de la serie Santa Bárbara) y nos hicimos un carnet y todo (por supuesto rosa y lleno de purpurina). En fin, eso nos llenó unas cuantas tardes de cuarto de EGB. Y confieso que hasta hace poco (las mudanzas hacen estragos con las cajas de recuerdos) lo tenía por ahí en algún rincón.

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